COLEGIO NACIONAL DE PERIODISTAS
SECCIONAL MÉRIDA
COMUNICADO
Nunca como ahora los medios de comunicación y los periodistas se vieron en circunstancias tan difíciles para ejercer sus funciones de informar la verdad de los acontecimientos y hechos que diariamente se suscitan en la dinámica social, económica y cultural del país, en razón a las acciones autoritarias de un gobierno que pretende imponer a la brava su proyecto político de control de todos los estamentos de la sociedad.
En tal sentido, el Gobierno Nacional ha emprendido un plan de amenazas y atropellos contra los medios de comunicación social independientes y contra los comunicadores que en ellos laboran. En estas horas menguadas, de sombrías perspectivas, hay la intención de que la amenaza brutal se convierta en una nefasta realidad: se va a cerrar un canal de televisión cuyo único pecado consiste en informar la verdad sobre un suceso que creó gran expectativa en la colectividad, como lo fue el temblor de tierra acaecido el pasado 4 de mayo. Tal información, muy bien tratada, en ningún caso pretendió causar alarma o temor en la población, simplemente se dio a conocer un hecho en términos ponderados sobre esa realidad, incluso se hicieron llamados a la calma y la tranquilidad. Esta acción informativa, este tubazo, despertó, al parecer, severa incomodidad en la hipersensible piel del Gobierno Nacional. Sin embargo, es de hacer notar que este es un pretexto intrascendente, toda la colectividad sabe que por su expresión crítica y de denuncia de supuestos hechos de corrupción cometidos por personeros del oficialismo, el referido canal de televisión desde hace mucho tiempo está en la mira del Gobierno para clausurarlo definitivamente.
Ante estas lamentables acciones de violación constante y reiterada de la libertad de expresión y de información, el Colegio Nacional de Periodistas Seccional Mérida rechaza en forma contundente tales agresiones de un gobierno autoritario, bajo la premisa de que los ciudadanos tienen el derecho a estar informados, tienen el derecho a saber lo que ocurre en el país, así lo reconoce la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela en su artículo 58. Sin libertad de expresión no hay derecho a la información, y sin derecho a la información la libertad de expresión no puede sobrevivir. Ambos se acompañan y fortalecen mutuamente.
Sólo las dictaduras amenazan a los medios de comunicación social. La tiranía no soporta la crítica y aborrece, por ello, de los comunicadores y de los medios de comunicación. Desde el advenimiento de la modernidad, los medios y sus hacedores son el arma privilegiada de los pueblos en sus luchas por la libertad, la justicia y la igualdad. Amenazarlos, arrinconarlos, someterlos y destruirlos constituye el propósito vital de los tiranos.
Igualmente dejamos constancia de nuestra solidaridad con los periodistas Nelson Bocaranda, Beatriz Adrian, Gustavo Azócar y Yoselin Torres, quienes han sido víctimas del asedio de este gobierno.
El Colegio Nacional de Periodistas Seccional Mérida hace un llamado a todos sus agremiados a analizar conscientemente estas agresiones y lo que ellas significan para el ejercicio profesional, a estar unidos para rechazar categóricamente estas aberrantes pretensiones de silenciar a los periodistas y a los medios de comunicación social independientes. Son tiempos duros y difíciles que los periodistas tenemos que enfrentar con valentía para preservar en su integridad la libertad de expresión e información, y salvaguardar los derechos humanos y los valores democráticos.
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